martes, 28 de enero de 2014

Lasquetty y su dimisión


Lasquetty debería haber dimitido previamente en al menos dos ocasiones:

      1.     Cuando traicionó la minima ideología liberal que en teoría sustenta a su partido, planteando unas privatizaciones que eran sin mas obligar al sufrido usuario a ser atendido -sin posibilidad de replica- no por el servicio publico que ya conocía, sino por el contratista de turno, escogido según acrisolada experiencia española de combinación de BOE y despacho, sobre y comisión.
     2.     Cuando se le cuelan en las privatizaciones, como contratistas, unos a modo de timadores americanos, que simplemente viene a hacer negocio de los sufridos españoles y sus impuestos. Vamos, para matar de un disgusto al mismo Blas Piñar: ¡que venta mas cutre de España¡. 

¿Por qué ha dimitido ahora Lasquetty?. Porque alguien debe de haberse dado cuenta que las privatizaciones propuestas en Madrid eran una barbaridad, que no convenía ni a los usuarios, ni a los trabajadores de la sanidad, ni a los proveedores de sanidad privada, ni a la seguridad jurídica. Un absoluto fracaso.

Lasquetty simplemente recalará a buen sueldo en la sanidad privada, el no tendrá problemas.

Esperanza Aguirre (quien mueve los hilos) ha preferido dar la sensación de derrota del PP para inyectar endorfinas a los de la marea blanca, para atontarlos, y contraatacar, pero ya con la lección aprendida: algo que cuente con el beneplácito -y la financiación- de los intereses privados implicados.

Personalmente soy muy pesimista. El PSOE está con los votos, la marea blanca, y no piensa mas allá de esto. El PP, o plantea propuestas liberalizadoras o solo tiene que esperar a que las próximas mareas jueguen a su favor. La sanidad publica, si no hace reformas estructurales, y no siendo posible hacer inyecciones masiva de dinero, simplemente se deteriorará cada vez más, y al final serán los usuarios los que exijan un cambio radical, pero todo ello a la española, tras un malestar profundo, no negociando y pactando por quienes corresponde antes del deterioro.

miércoles, 8 de enero de 2014

Gallardón es Fernando VII



O al menos son tan igualitos que no se les distingue. Ambos fueron llamados “el Deseado”, pero cuando tomaron el poder ambos se dedicaron a la reacción y al absolutismo, ambos reinstauraron la Inquisición, y ambos pasaron a los anales de la historia con el calificativo de los felones.

Ambos tipos se dedicaron a proteger a los ricos y fastidiar a los pobres. Por ejemplo Fernando VII permitió un servicio militar obligatorio, pero del que podían librarse los ricos pagando unos euros de la época (reales). Consecuencia, la mili solo la hacian los pobres.

Gallardón se propone prohibir el aborto a las pobres, ¿Y las ricas?: para ellas el aborto es absolutamente legal, solo tiene que gastarse 500 euros y acudir a la frontera de Francia o Portugal. Consecuencia: el aborto solo se prohíbe a las pobres.

Pregunto: ¿cómo puede un parlamentario votar una ley que prohíbe al aborto solo a las pobres, no afectándole a su familia, pues cualquier parlamentario tienen 500 euros?.

Mira parlamentaria que la Virgen lo ve todo
y que sabe lo malita que tu eres
que votas con fruición contra el aborto
pero tu abortaras legalmente si así quieres