sábado, 28 de abril de 2012

La tijera en Estepona

No sé si en el momento en que salgan publicadas estas líneas los sindicatos habrán encontrado la piedra filosofal y consensuado -entre ellos y con el gobierno municipal- el ahorro de 6 millones de euros de la masa salarial que ordena la autoridad superior. Me parece imposible que los sindicatos logren encontrar la fórmula pues, se mire como se mire, este ahorro obliga a tomar medidas demasiado traumáticas como para ser propuestas precisamente por quienes van a sufrir las consecuencias. El ofrecimiento del equipo de gobierno de que sean los sindicatos los que elaboren las fórmulas de ahorro, que serian aceptadas, es simplemente una hábil táctica en una negociación que parece difícil.

La situación me recuerda la incapacidad del gobierno de Zapatero para ajustar los presupuestos nacionales. Cada recorte aplicado o a aplicar era una bofetada a su electorado. Solo un PSOE con un gran líder, un gran partido y unas claras ideas podría haber plantado cara a una situación tan difícil, pero no fue el caso.

En las ultimas semanas he vivido la desesperada situación de algunos amigos atrapados en esta maldita crisis. Para colmo no he podido ofrecer palabras de ánimo, pues la situación tiene pinta de empeorar mucho más, y no sabemos por cuanto tiempo.

Probablemente Europa se equivoca en el tratamiento de la crisis económica, y el deporte patrio por excelencia es culpar a Angela Merkel de todo. No digo que no, pero la realidad es que los alemanes piensan en general de nosotros que no somos un país serio, que hemos creado una nube de despilfarro e ineficiencia, y no estamos dispuestos a bajar de la nube, y todo ello a pesar de los recortes de Rajoy.

Creo que tienen razón los alemanes, que no enfocamos correctamente nuestra obligación de disminuir el déficit de nuestras cuentas. Se equivoca Rajoy cuando dice que no tenemos dinero para pagar los servicios públicos. Por supuesto que hay dinero para pagar los servicios esenciales, por ejemplo sanidad y educación, y si hace falta incluso aplicando un copago ajustado a los ingresos, que no es ninguna herejía desde el punto de vista de la justicia social.

Conforme más se acentúa la crisis creo que solo hay un enfoque correcto: eliminar todo gasto público sin utilidad social. Hablo de diputaciones, de televisiones locales, de oficinas con funcionarios aburridos, de organismo redundantes, de quiosquillos públicos para colocar militantes, y de un largo etcétera. No seria un problema decidir de que prescinde, el verdadero problema es qué hacer con los muchos miles de parados que se generarían. Es en este punto donde cabria un pacto global para mitigar los daños a los afectados, aplicando, si se pudiera, soluciones imaginativas eficaces.

Volviendo a Estepona y al asunto que nos ocupa, como recortar 6 millones en el gasto de personal, probablemente al final se acuerde recortar un poco de todo, también de nominas, y a esperar el próximo sobresalto, que tal como van las cosas vendrá. Me parece bien, pero no se soluciona el problema, que es un exceso de plantilla, consecuencia de la ba(ve)nalidad de los políticos locales, que confundieron el Ayuntamiento con un chiringuito para colocar a los suyos.

En campaña electoral UPyD planteó realizar un ERE transitorio y rotatorio. Desconozco si es legalmente posible, pero seria una solución ingeniosa y menos dañina que los despidos sin más. En cualquier caso seria bienvenida cualquier tormenta de ideas para enfocar correctamente el problema: no somos tan ricos como para tener tanto gasto en personal en el Ayuntamiento.

Independiente de la actitud de los sindicatos el gobierno municipal tiene la obligación de conseguir un Ayuntamiento saneado, que es mucho más que parchear el problema actual. Tal como está la situación, España puede ser intervenida. La comunidad autónoma andaluza de seguro será intervenida. Si el Ayuntamiento de Estepona no arregla sus problemas debería ser intervenido, por el bien de todos.

Damián Zamorano Vázquez

No hay comentarios:

Publicar un comentario