sábado, 7 de enero de 2012

Los Reyes Magos

Dado que no me dedico a la política puedo iniciar el articulo sin mentir: los Reyes Magos son los padres. Y los padres les hacen regalos a sus hijos por un doble motivo. De un lado, por la noble satisfacción de compartir la ilusión con sus hijos, y de otro, por utilizar el invento para facilitar su educación. Todo niño sabe que la carta escrita a los reyes es papel mojado si no se porta bien. Ducharse, comerse las verduras, estudiar, no pegarse con el hermano y cincuenta mil normas más, recordadas pacientemente día a día por su madre, son el requisito imprescindible para recibir el día seis de enero como regalo la play station y no un trozo de carbón.

La táctica de los Reyes Magos es la que ha utilizado Rajoy con sus hijos: la clase media. Los ha castigado severamente. Si se portan bien en dos años les levantará el castigo, pero tienen que estar dos años aceptando las cincuenta mil normas dictadas por la jefa de mamá (una tal Merkel), que serán recordadas pacientemente por amiguitos de mamá (unos tales Montoro y de Guindos).

Los genuinos votantes del PP pertenecen a la clase media, y Rajoy los acaba de crujir. Un ejemplo sería un médico cincuentón que trabajara en un hospital público; de entrada le congelan el sueldo, le suben de forma significativa el IRPF (4 puntos), le suben el IBI (de la residencia habitual y del apartamento en la costa), le despiden al hijo mayor que es biólogo contratado con una beca de investigación, y no le contratan de por años a la hija menor que acabó magisterio y por tanto se formó para trabajar en una escuela. Otro ejemplo sería un pequeño empresario que fabrica o vende cualquier producto; quebrada su anterior empresa, quiere iniciar una nueva aventura; que el banco no le preste dinero sería el problema menor; incluso obtener fuertes subvenciones para contratar trabajadores seria un aliciente menor; el gran problema es que no tiene nadie a quien vender, pues se ha optado por una política de austeridad extrema sin estímulos al crecimiento ni al consumo, y será una víctima mas de esta anunciada recesión en la que nadie compra ni nadie vende.

Zapatero no se atrevió a atacar tan duramente a la clase media. Desde el punto de vista económico sabía que era la que movía el dinero en España y debilitarla significaba profundizar la recesión. Desde el punto de vista político se hubiera arriesgado a las caceroladas que minaron el poder de Allende en Chile, y pasó lo que pasó. Rajoy no ha tenido problema alguno, la clase media ha aceptado el castigo pues ha sido aplicado por su mamá legítima y no por su madrastra, y para los dubitativos se volvió a usar la mágica frase “la culpa es de Zapatero, que ha dejado el país en una terrible ruina económica y social”, y de nuevo todos contentos y dentro del redil, pues nada une más que un enemigo común.

Como dijo la superministra con nombre de princesa, estamos solo en el inicio del inicio. Las medidas por conocer probablemente sean más duras que las conocidas: reformas financieras (pagar entre todos las deudas de los bancos), reformas laborales (trabajar más cobrando menos, despido más barato y peores condiciones laborales) y disminución del gasto por las autonomías (o sea, en educación y sanidad).

Rajoy no es que haya cautivado a la clase media, es que la ha tomado como cautiva, como rehén. Les ha dicho que las subidas de impuestos y otras medidas que les afectan durarán solo dos años. Si todo va bien en ese momento se aflojará la presión. Será la clase media la que acepte e incluso aplauda todas las duras medidas por venir, pues saben que si se porta mal no recibirá regalo de reyes sino solo carbón. Preveo que los próximos damnificados por la crisis serán los de siempre, las clases populares, las que venden su trabajo al mejor postor, y complementan su sueldo con educación, sanidad y otros servicios públicos gratuitos, pero no serán apoyadas por la clase media, engatusada como está con los Reyes Magos.

Damián Zamorano Vázquez
Estepona Información. 7.1.2012

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