sábado, 12 de marzo de 2011

Programas electorales

Para muchos, dedicar un artículo de opinión a los programas que presentaran los partidos cara a las próximas elecciones municipales es, simplemente, una absurda pérdida de tiempo. Los programas están llenos de promesas que luego no se cumplen, o de generalidades como cánticos a la participación ciudadana o la pluralidad de la televisión pública local, que luego tampoco se cumplen, o entran en cuestiones anecdóticas como el número de ambulancias y termómetros, o proponen crear concejalías extras según demanda, olvidando que una gestión seria depende de crear una estructura municipal eficiente que prevenga y arregle los problemas puntuales, y no se dedique simplemente al parcheo de los descosidos.

Probablemente un tema estrella será el Hospital de Estepona, cuando curiosamente éste no es competencia municipal, sino de la Junta de Andalucía. Por lo que sé el prometido CHARE esta paralizado porque no hay dinero, y lo demás son excusas. No obstante sale gratis volver a prometerlo de nuevo en esta campaña electoral. En cualquier caso el tipo de Hospital que tendremos dependerá del resultado de las próximas elecciones autonómicas, pues los modelos pueden ser muy diferentes según gane PSOE/IU o PP. El próximo alcalde de Estepona lo que debe hacer es insistir en que sea una realidad el Hospital, y no recibir gato por liebre, y en cualquier caso coordinar con el SAS el estudio y solución de las deficientes asistenciales presentes y futuras.

Pero el principal problema social de Estepona es el paro. El próximo consistorio tiene como principal meta crear riqueza, y esto exige una visión estratégica clara, ser creíble, y multiplicarse en intentar llevar a cabo todos los proyectos viables que, dada la situación económica del erario publico, exige una fuerte cooperación con inversores privados. Sin descartar potenciar sectores tradicionales como la agricultura y la pesca, ni intentar incursiones en lo que será la economía del futuro (la innovación, como proyectos universitarios, parques tecnológicos, etc.), está claro que el futuro inmediato de Estepona depende del turismo, en todas son vertientes: estacional, residencial, medio-ambiental, cultural, deportivo, de congresos, etc. La privilegiada situación de Estepona puede hacer viable, si se sabe trabajar, adelantarnos a la salida de la crisis con proyectos que crearían puestos de trabajo de forma inmediata, también en la construcción. Pero desde luego no se deben malvender los activos del pueblo, como ha intentado Valadez con el frustrado pelotazo urbanístico con la excusa de la Universidad de Estepona, cambalache que sólo puede explicarse desde una gestión de ineptos, o la necesidad de pagar unos favores ya culminados.

En los programas de izquierda serían puntos cruciales los referidos a políticas sociales y de ampliación de los espacios públicos, pero estas actuaciones requieren dinero y un Ayuntamiento eficiente, y Valadez ha conseguido la ruina total del consistorio, en lo económico y en lo moral. Destrozar las finanzas públicas, como ha hecho, es lo más reaccionario del mundo, impide que se ofrezcan adecuados servicios públicos y llena de deudas a la generación venidera, y en esto también tienen su responsabilidad los coaligados en su infame gestión, y esto lo escribo con la máxima acritud: es inmoral arruinar al pueblo para no perder un sueldo y una poltrona.

En esto entro, en lo que no formará parte de las promesas electorales, por complejo y quizás impopular, pero es el principal problema del Ayuntamiento: un plan de saneamiento. Sin intendencia no hay suministro, y la intendencia del próximo consistorio es sanear, es cuadrar ingresos con gastos, necesidades con recursos, y esto debe realizarse con un plan a cuatro años vista. Los primeros meses del próximo consistorio serán difíciles, incluso para pagar nominas y deudas, pero no hay más alternativas: sanear, o ruina prolongada para nosotros y para nuestro hijos.

Damián Zamorano Vázquez
Estepona Información. 12.3.2011

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