De entrada, respeto y alabo la actitud de Sergio López, concejal por el PSOE del Ayuntamiento de Estepona, al retraerse de una posible inclusión en la lista electoral dirigida por David Valadez. Su decisión se argumenta en el hecho de que David Valadez realizó una falsa denuncia contra él y Sergio, tras pedir amparo a la Comisión de Ética y Garantías del PSOE, no ha recibido del Partido más respuesta que la de marear la perdiz para no darle soluciones. Pero la manifestación recogida en Diario Sol de que Sergio desea un excelente resultado electoral del PSOE de Valadez me deja perplejo.
¿A quién hay que ser leal en el asunto que nos ocupa?
No se puede ser leal a nivel local a un partido, el PSOE, que ha expulsado a sus militantes para entregarse al aquelarre dictatorial de Valadez. Aceptar sumisión a un partido que ha perdido el norte es, simplemente, contrario a cualquier dignidad.
Se puede, se debe, ser leal a las convicciones propias. Mi ideología es de centro-izquierda, más liberal que colectivista, profundamente impregnada de la ilustración, nítidamente alejada de los extremismos, de derechas o de izquierdas. Como clase media acomodada parecería lógico que apoyara al PP, pero estoy más cómodo con la gente de izquierdas, secuelas de juventud.
Durante muchos meses he luchado por conseguir que se plasmara en Estepona una opción socialista alejada de Valadez. Progresistas, con Paco Calvo, José Luís Gaytán y otros muchos; Sergio, Rocío y un largo etcétera; todos juntos en esa opción. No ha sido posible, una ilusión perdida, pero dejo la autocrítica para otro momento, cuando tras el fracaso electoral del PSOE de Valadez llegue el momento de pedir responsabilidades e intentar regenerar la izquierda … los que aún tengan energías para esta travesía del desierto.
Queda lo que siempre debe ser prioritario: la lealtad a Estepona. En esto lo tengo muy claro, hay que conseguir que el próximo equipo de gobierno, tras las elecciones, sea el mejor posible, el que mejor pueda iniciar la recuperación economía y moral de Estepona.
Nunca he votado al PP, pero he de hacer constar que desde que obtuvieron en Málaga la mayoría, la refrendan sin problema en las sucesivas elecciones. Quizás no sean tan malvados como se dice. Conozco a muchos dirigentes y simpatizantes del PP. Hay de todo, como en cualquier botica, pero en los que puedo considerar mis amigos no aprecio que sean mejores ni peores que yo, todos desean prosperidad y odian la pobreza, la explotación y la marginación.
Volviendo a Estepona, me relaciono con algunos peperos locales, familiares, amigos y pacientes. Todo correcto. Trato con familiaridad con José Manuel Susino, formidable. He establecido una íntima complicidad con el candidato del PP a las elecciones municipales, José María García Urbano. Me ha costado mucho –pecados de juventud- tomar una decisión, pero una vez tomada ésta es firme. Es mi candidato.
José María tiene un currículum profesional envidiable, pero esto es lo menos importante, incluso con él se puede fracasar en política. José María me ha demostrado unas dotes para mí más importantes: honestidad, sencillez, cercanía, laboriosidad, planificación profesional, iniciativa propia, ausencia de demagogia, buenos contactos, capacidad de gestión y, sobre todo, me parece un excelente político, que quizás signifique saber cuidarse de los amigos, que para cuidarse sólo de los enemigos no hacen falta tantas dotes.
No pediré a mis amigos de izquierda que voten a García Urbano, no soy agente electoral. Sólo les pido que culminen su reflexión personal teniendo como objetivo último propiciar la recuperación de Estepona.
En el momento de escribir este artículo no conozco a qué opción electoral apoyará la Asociación Progresista. Lo que decidan me parecerá bien y también alabaré su opción, porque creo en su cordura y nobleza. Entiendo que no todo el mundo es tan raro como yo, que desde la izquierda apoyo firmemente el voto al candidato del PP.
Damián Zamorano Vázquez
Estepona Información. 19.2.2011
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