viernes, 24 de diciembre de 2010

Feliz Navidad

Con el año tan catastrófico que hemos sufrido, felicitar la Navidad resulta más complejo que otras veces. O quizás no, problemas más grandes hemos tenido y al final hemos salido adelante. En cualquier caso, aunque no tengamos dinero, siempre nos podremos felicitar si mantenemos salud y amor.

En estas navidades de este año horrible quisiera mencionar a tres colectivos:

1. Los parados, victimas inocentes de un capitalismo sin corazón, que jugó al casino financiero, y perdió, pero fueron los damnificados no los culpables de desastre, sino los de siempre, los pobres.

2. Los autónomos y pequeños empresarios, atrapados como los anteriores en la crisis financiera. Tantos años de esfuerzo, ilusiones, trabajo duro, espíritu emprendedor, para ser en corto plazo unos arruinados más. Además ninguneados por los mismos bancos que antes le hacían la pelota sin disimulo.

3. Los más pobres de todos, muchos de ellos emigrantes ilegales, en momento de bonanza inadaptados sociales -drogas, prostitución, vejez, soledad, etc.- o explotados por empresarios, y en la actual crisis buscando en la basura o intentando alimentarse en comedores gratuitos, como el de Estepona, por cierto estafado por nuestro Ayuntamiento de “izquierdas”, a pesar de su necesaria labor.

Significativamente no me lamento demasiado de la situación de los miembros de la clase media que, aunque han perdido poder adquisitivo, al menos no han sido atrapados por el paro o la ruina. Funcionarios y pensionistas protestan, yo mismo lo hago pues en mi activad privada gano la mitad trabajando el doble, pero con lo que está cayendo hasta tenemos que estar contentos de tener ingresos asegurados. Pero este colectivo si debería ser intransigente con la brutal subida de impuestos y tasas que les aflige, como ejemplo municipal tenemos Estepona, incluyendo asunto tan oscuro como policías que cobran según las multas que impongan, y no según la seguridad que consiguen, como debería ser el caso.

El problema de España es que se han construido muchas más viviendas de las necesarias, y que nos hemos endeudado de forma irresponsablemente alegre, viviendo muy por encima de nuestros recursos. Además somos poco productivos y tenemos una administración demasiado costosa para las prestaciones que ofrece. La crisis financiera mundial ha dejado tocados a muchos países, a nosotros hundidos.

Tenemos que aumentar la productividad y pagar lo mucho que debemos, eso es inevitable. Pero la cuestión no son los aspectos técnicos de cómo salir de la crisis, eso son habas contadas. El tema crucial, lo que divide a derecha e izquierda, es quién debe cargar con la factura. De todas formas es obvio que la crisis la pagarán los trabajadores, por lo que realmente lo mucho que puede intentar la izquierda es minimizar los daños y mantener en lo posible el Estado de Bienestar.

Zapatero ha cometido serios errores en el manejo de la crisis económica. Lo mejor es que aplique las impopulares mediadas necesarias y luego dimita. Pero, independientemente de la figura de Zapatero, es necesario en momentos convulsos, y ahora más que nunca, una socialdemocracia consecuente.

Lo que está en juego son los logros sociales conseguidos por los trabajadores después de muchos años de esfuerzo. Pero en esto hay mucho que matizar. Casi todo el mundo protestará por aumentar la edad de jubilación a los 67 años, es una perdida de un derecho “adquirido”, pero pocos serán los que hagan números para conocer quién podría pagar ese “derecho”. Muchos –sobre todo empresarios- alabarán un mercado laboral más flexible, sin cuestionar si tal palabro no es un simple eufemismo para conseguir lo que está al alcance de la mano: con millones de parados se pueden imponer condiciones laborales deplorables. Nueva maldad de poderosos. La socialdemocracia ha enseñado que puede conseguirse alta productividad con buenas condiciones laborales, y también una situación económica prospera con un Estado de Bienestar potente.

Damián Zamorano Vázquez
Estepona Información. 24.12.2010

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