sábado, 25 de septiembre de 2010

Labordeta

Ha fallecido una persona buena, honrada y fiel a sus convicciones. Como persona educada lo que más le molestaba eran los maleducados, y a resultas un día mandó a la mierda a un grupo de diputados que le hostigaban por su rechazo rotundo a la guerra. Labordeta además de profesor, poeta y cantautor, era activo militante político desde la izquierda. Cuando Franco murió tenia 40 años, edad idónea para, con su prestigio, acceder directamente a puestos de responsabilidad política. Pero siempre se mantuvo fiel a sus principios y celoso de su independencia, y no sucumbió a la atracción irresistible de Felipe González, que consiguió finalmente que ingresaran en el nuevo PSOE muchos militantes de la izquierda real, en aquel momento el PCE. Labordeta entraría tardíamente en el Parlamento como diputado, encabezando la lista de un pequeño partido regionalista. Labordeta amaba profundamente a Aragón, consecuencia lógica de su amor a España, que además conocía muy bien a raíz de su trabajo como actor, y sobre todo guionista, en la serie televisiva “España en la mochila”.

De la transición española a la democracia habría muchas historias por contar. Para los amantes de la libertad los primeros tiempos de la transición, aun vivo Franco, no fueron fáciles. Existía un riego real en esta lucha por la libertad, pues la represión del régimen era aun severa, y una parte de la población no apoyaba esta lucha, bien por ser sociológicamente franquista, mas a menudo por haber aprendido en su carnes que la mejor manera de convivir con el régimen de Franco era abstenerse de la política. Cuando la libertad se hizo oficial, ya en tiempos de Adolfo Suárez, fue cuando la población en masa apoyó la nueva democracia, ser como los europeos, y desde entonces ha sido admirable el acierto colectivo de la población cuando en elecciones pone a los políticos en el lugar que les corresponde.

Los primeros años de la transición fueron difíciles, pero también fueron momentos maravillosos. No se sabía como acabaría todo, incluso en la joven izquierda la moderación era cosa sólo del “Partido” (PCE), y los más lanzados coqueteaban con grupos maoístas, trotskistas o anarquistas. Lo que realmente unía a todos era su entusiasmo por conseguir la libertad y este entusiasmo alcanzaba su cenit en las multitudinarias concentraciones para oír y aplaudir a los cantautores de izquierda, Labordeta uno de ello. Eran mítines de libertad a base de música y poesía.

Tras la transición la izquierda tuvo como protagonista a una joven generación encabezada por Felipe González que pronto accedió al poder y, bien aleccionados por la socialdemocracia europea, realizó los cambios que España requería para su modernización, cambios que inevitablemente tenían que ocurrir, fuera la derecha o la izquierda la que dirigiera el rumbo.

De la generaron de Felipe González quedan pocos en activo, y probablemente dentro de dos años no quede casi nadie. El futuro es de una generación mas joven, llena de luces y sombras. Luz ofrece Tomas Gómez, candidato en las primarias del PSOE en Madrid, que tras una gestión excelente en el Ayuntamiento de Parla ha puesto en su sitio -enfrentándose- a la cúpula de su partido, empeñada como cualquier endiosado en decidir a golpe de dedo y no de democracia interna. Sombras ofrecen muchos políticos jóvenes, que abundan en Andalucía y además tienen los resortes del poder real del PSOE andaluz y que, quizás por no conocer otra actividad laboral que la de políticos profesionales, sólo aman el poder -y sus codazos y sumisiones- que ofrece la política y no la democracia que la justifica.

Esperemos que los malos políticos se vayan (¿a la mierda?) y sean sustituidos por personas que desde un prestigio conseguido en su barrio, en su trabajo, en su profesión o en su poesía conecten de nuevo con los deseos y necesidades la población y luchen por un ideal de izquierda que nunca desaparecerá: libertad mas igualdad. Como Labordeta nos mostró.

Damián Zamorano Vázquez
Estepona Información. 25.9.2010

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