lunes, 14 de junio de 2010

!Es la economía, estúpido!


Esta frase fue repetida por Bill Clinton durante la campaña electoral en 1992 contra Bush (padre), que lo llevó a convertirse en presidente de los Estados Unidos. El mensaje era: olvidémonos de tantas gloriosas gestas –como la guerra del golfo Pérsico- y dediquémonos a solventar los problemas reales de los ciudadanos.

El problema mas importante del Ayuntamiento de Estepona no es, como sugiere el PSOE provincial, si los inmensos éxitos de Valadez deben glorificarse en prosa o mejor en verso. El gran problema es la angustiosa situación económica, que puede culminar con el impago de las nóminas de los empleados municipales durante meses, con el consiguiente ruido de cacerolas y clima social asfixiante, todo ello en un pueblo turístico. Este es uno de los problemas reales del consistorio y de los ciudadanos, no las milongas que vende Valadez. Como soy educado no llamaré estúpido al responsable del desaguisado, pero suscribo en el ámbito local la frase de Clinton, en lo literal y en el mensaje.

Cualquier gerente de empresa sabe que aunque su objetivo final sea vender zapatos –si gestiona una fábrica de zapatos- su preocupación primordial será la solidez financiera de su empresa, incluyendo la adecuación del proceso productivo con costes ajustados a las ventas. Garantizar esta solidez financiera es el equivalente de una buena defensa para un equipo de futbol, o la retaguardia en un ejército: es el primer objetivo para cualquier gerente responsable.

Esto es exactamente lo que nunca ha hecho Valadez, un plan de saneamiento. Una adecuación de gastos a los ingresos, un esquema mínimamente realista de la situación económica, aplicando medidas más o menos difíciles, más o menos intensas, de ajuste rápido o lento, lo que sea, pero diseñar algo, a explicar a la ciudadanía y a la oposición, y luego a aplicar con todas las consecuencias.

Dice Valadez que heredó una situación económica muy difícil por la mala gestión del anterior equipo de gobierno –en el que por cierto él era protagonista destacado- y luego no pudo hacer nada por la actitud obstruccionista de la oposición. Es una mentira más de Valadez. Una situación difícil sí heredó Francisco Zamorano cuando asumió la responsabilidad de Hacienda tras las últimas elecciones municipales (2007). Comprendió de inmediato que se acababa el chollo del ladrillo, y sólo correspondía adecuar los gastos a los ingresos corrientes. Tomó la impopular pero necesaria medida de aumentar los impuestos, asegurando de inmediato la viabilidad económica del Ayuntamiento, siendo el siguiente paso disminuir los gastos para culminar una situación financiera sostenible que incluso permitiría disminuir los impuestos en un futuro. Tras Astapa Valadez tomo el mando y, probablemente –no es seguro- no por maldad sino por incapacidad manifiesta y oportunismo político –CCOO, amigos para siempre- decidió no hacer nada, es decir, mantuvo los impuestos pero no intentó disminuir los gastos, fundamentalmente nóminas. La situación se ha hecho insostenible: cada día más deudas.

Hasta ahora Valadez ha logrado pagar las nóminas de los empleados municipales, primero gastándose los 32 millones de euros que había en caja cuando llegó, luego utilizando artimañas que serían la envidia de cualquier trilero: impagos a los acreedores, permitir el colapso de los servicios, utilización de los fondos del patrimonio municipal, manejo de ingresos opacos de la Junta de Andalucía, agotar al límite los adelantos del patronato de recaudación de impuestos, y a saber qué otros trucos por describir o descubrir. Pero la farsa parece que se ha acabado: ya no hay dinero para pagar nóminas.

Se intenta obtener un préstamo de 18-30 millones de euros para poder seguir pagando las nóminas. Para algunos tal préstamo es imposible, pero espero se consiga pues ningún trabajador merece no cobrar su sueldo, aunque esto supondrá más deudas para el Ayuntamiento. Valadez: suma y sigue, deudas y mentiras.

Estepona Informacion. 12.6.2010

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