sábado, 11 de julio de 2009

El zorro cuidando el gallinero

Ya soy un poco mayor, y recuerdo como en mi época se entraba en política tras un proceso de concienciación desarrollado en tu vida social o laboral. Primero se tenía una vida real, en la calle, luego se buscaba la militancia política para culminar tus ansias de cambio, que eso es la política, intentar cambiar lo inadecuado.
La nueva hornada de políticos es bien distinta. Nunca han tenido vida real. Son como Joselito, Michael Jackson o Macaulay Culkin, les robaron la infancia por la fama, y pasó lo que pasó. No robada la infancia, pero si la vida real, nuestros actuales lideres políticos han pasado directamente de las juventudes de su partido al cargo y al mando, y hablamos de Valadez, Heredia, Conejo, Velasco y muchos otros del PSOE. Al PP lo tengo menos estudiado, pero será parecido, lideres artificiales, maquinas de diseño, personas que al igual que los curas deciden de sexo sin conocerlo, ellos deciden de la vida social y la política sin nunca haber hecho vida social, entendida como contacto e interacción con todos, no solo con los de su mismo pensamiento, camada e intereses, ni por tanto verdadera vida política. Solo de esta tribulación puedo entender lo que creo que ocurre, que los políticos actuales parecen que solo dicen tonterías, y como ejemplo las declaraciones de los aludidos cachorros del PSOE respecto a la situación de Estepona, demagógicas y contrarias al sentido común, un insulto a la inteligencia, una autocomplacencia desmedida ajena a la realidad. En descargo de lo que dicen los del PSOE están algunas tonterías del PP, como el descubrimiento por su líder, Bendodo, de que el PSOE ha robado en Estepona exactamente 60 millones de euros, sin dejar claro si el preciso dato lo sabía desde hace años o se lo acaba de inventar. Si Voltaire resucita los corre a todos a gorrazos.
El PSOE tiene dos grandes problemas en Estepona, de falta de credibilidad y no poder controlar a sus militantes. Lo de la credibilidad se arregla como siempre, mintiendo. Pero el descontrol de sus militantes es preocupante. Mientras el PSOE no sabia lo que quería daba lo mismo, pero que ahora que ha decidió apostar por Valadez, la cosa es distinta. La apuesta por Valadez parece firme, ha logrado vender bien su fraudulento producto, honradez incluso en la adversidad, y no cuestión de comprobar la frescura del producto, si vende se compra y se revende a la población. Hecha la compra tampoco es cuestión de buscar la verdad. Buscar la verdad exigía nombrar una comisión de investigación interna, pero podría dar conclusiones no deseables, como por ejemplo que Valadez lo que hizo fue unas denuncias falsas y malintencionadas para destrozar a sus enemigos, o que estas denuncias eran conocidas con la cúpula socialista pero ignoradas, que la gestión de Valadez es un desastre de campeonato, y que los socialistas locales no quieren ni su persona ni sus maneras. Investigar todo esto parecía absurdo, no fuera que devaluara el producto ya comprado. Una situación intermedia, no investigar, no denigrar, era efectivamente disolver la agrupación socialista de Estepona, y empezar de cero, pero apartando a los litigantes, empezar con unas pocas personas intachables, conciliadoras, con prestigio, sin relación con los acontecimientos previos, y de este núcleo gestor renovar el partido socialista de Estepona, quizás para tener un modelo leyendo antes un poquito la vida de Pablo Iglesia y otros ejemplos de verdadera honradez e integridad ideológica. Pero no, eso es demasiado trabajo, y hace mucho calor. Ante un conflicto extendido se disuelve la agrupación socialista y se nombra presidente de la gestora al litigante mayor, señor Valadez. Él será el responsable de la renovación del partido, para partiendo de cero recomponer el centenario prestigio socialista. El gran litigante renovando. El zorro se queda a cargo del gallinero. Vivir para ver. Si Pablo Iglesias resucita los corre a todos a gorrazos.


Damián Zamorano Vázquez
Publicado en Estepona Información el 11.7.2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario